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Hoy en NERSPORT os traemos un artículo que nuestro entrenador:
Rafael Alfaro publicó en la revista deportiva: Train Hard sobre las hormonas anabólicas.
"Claramente sí, es más, diría que para mantener unos niveles correctos de testosterona u hormona de crecimiento es básico una buena alimentación, un buen descanso y, en algunos casos, suplementación.
Por desgracia, después de los carbohidratos, las grasas son el nutriente más temido por la sociedad a la hora de hacer “dietas” de pérdida de peso por su elevado contenido en calorías. Es cierto que es el nutriente más calórico, pero también deberíamos recalcar que es uno de los más importantes para la salud y el rendimiento deportivo.
Dentro de los tres macronutrientes que constituyen nuestra alimentación, hay uno esencial para la creación de testosterona endógena, las grasas. Concretamente la grasa mono y poliinsaturada, y también saturada, la cual lleva alta concentración en colesterol.
El proceso de la creación de testosterona empieza con la conversión del colesterol en diferentes hormonas hasta su forma final, de ahí que sea tan importante que nuestro consumo de grasa sea elevado. Según los estudios, oscila entre 0,8-1,2 gramos por kilo de peso corporal, es decir, para una persona que pese 70 kg debería consumir alrededor de 70 gramos de grasa.
Aparte del consumo de grasas, debemos introducir una buena cantidad de micronutrientes. Las vitaminas y minerales están directamente relacionados con el aumento de testosterona, como por ejemplo, la vitamina B y D, y minerales como el hierro, el magnesio y el zinc.
La producción de hormonas, muestra su pico más alto a la edad de 20 años, y posteriormente, va bajando sus niveles a medida que va pasando el tiempo. Por ejemplo, un varón de 50 años no tendrá los mismos niveles que un chaval de 24, por lo que el uso de suplementación con prohormonales en personas de avanzada edad es muy buena opción para, al menos, mantener la producción de testosterona normal.
Las personas con un alto porcentaje de grasa podrían sufrir un descenso en los niveles hormonales, ya que el tejido graso transforma la testosterona en otra sustancia llamada estradiol. Además, la obesidad, provoca resistencia a la insulina y una mayor producción de estrógenos, por ello, la mayor solución a este problema, sin duda, sería una alimentación correcta y equilibrada y, sobre todo, ejercicio físico.
Por otro lado, hay pacientes con cáncer que también podrían beneficiarse del uso de pro hormonales como el tribulus, el ZMA o el ácido apártico, los cuales están demostrados que ayudan a mantener unos niveles correctos de testosterona.
Como conclusión final, se podría decir que la alimentación es fundamental para potenciar y mantener los niveles óptimos de estas hormonas, no obstante, en ciertos casos sería imprescindible tomar algunos de los citados pro hormonales como ayuda en la producción de testosterona y poder llevar a cabo un desarrollo y estilo de vida saludable. "
- Rafael Alfaro Vega. Técnico superior en dietética y nutrición. @rafaelalfarov
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