Vitamina D y sus beneficios para la salud

Vitamina D y sus beneficios para la salud

 



¿Qué es la vitamina D?

La vitamina D, o la conocida como “la vitamina del sol”, es realmente una hormona que sintetiza nuestro organismo a través de la piel. La vitamina D que necesita nuestro cuerpo para crecer y funcionar de forma normal la podemos obtener también de la dieta al consumir alimentos específicos o a través de suplementos.

Tipos de Vitamina D

Existen dos tipos de vitamina D:

  • D2 (ergocalciferol): proviene de alimentos, esencialmente vegetales, como las setas.
  • D3 (colecalciferol): está presente en productos de origen animal como los huevos, salmón, atún, pero también es la que se sintetiza con la radiación solar.

Ambos tipos se transforman en la 25-hidroxivitamina D, que es la que se mide en sangre.


Vitamina D y sus funciones

La vitamina D tiene un papel fundamental en el buen funcionamiento del organismo, ya que interviene en muchos procesos fisiológicos. Presenta un efecto hormonal más allá de su función como regulador del metabolismo óseo. Poco a poco, gracias a varios estudios sobre su acción en el sistema inmunitario, se le ha concedido un papel relevante en la fisiología humana en general.

Ayuda al cuerpo en la absorción y el mantenimiento de los niveles de calcio, uno de los principales componentes de los huesos. También juega un rol fundamental en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Otra de las funciones a destacar es que ayuda a evitar la osteoporosis, el raquitismo o la osteomalacia. Favorece la diferenciación celular y por tanto protegería en algunos cánceres como el de colon o el de mama.


¿Cuál es la ingesta recomendada de la vitamina D?

La cantidad de vitamina D que debemos tener en nuestro cuerpo depende de la edad que tengamos. La ingesta recomendada en unidades internacionales (UI) es:

  • Nacimiento hasta 12 meses: 400 UI
  • Niños entre uno y 13 años: 600 UI
  • Adolescentes entre 14 y 18 años: 600 UI
  • Adultos de 19 a 70 años: 600 UI
  • Adultos mayores de 71 años: 800 UI
  • Mujeres embarazadas y lactando: 600 UI

Actualmente la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), recomienda mantener concentraciones séricas de 25OHD entre 30 y 50 ng/ml (75-125 nmol/l) para conseguir los beneficios de salud que aporta la vitamina D.

Un exceso en el consumo de vitamina D puede ser perjudicial también para tu salud. Nunca tomes medicamentos por tu cuenta. Consulta siempre antes a tu médico o farmacéutico para que determine cuánto necesitas tomar, la frecuencia con la que debe tomarlos y por cuánto tiempo. Un análisis de sangre puede medir la cantidad de vitamina D en tu cuerpo.


Alimentos que contienen Vitamina D

Como mencionábamos al inicio, existen ciertos alimentos que contienen vitamina D y cuyo consumo nos ayudarán a generar la vitamina D que necesitamos en nuestro cuerpo

  • La leche y los cereales fortificados.
  • Los pescados grasos como la caballa, el salmón, el atún o las sardinas.
  • El hígado vacuno, la yema de huevo y el queso.
  • Los hongos también aportan cierta cantidad de vitamina D cuando son expuestos a la luz ultravioleta.
  • Las bebidas vegetales de soja, avena, etc., también contienen vitamina D agregada, incluso algunos yogures y margarinas.

La Vitamina D y su relación con la exposición solar

El cuerpo la produce cuando la luz solar directa convierte una sustancia química de la piel en una forma activa de la vitamina D, también llamada calciferol. Sin embargo, muchas personas evitan la exposición al sol, pues demasiada exposición puede ocasionar envejecimiento y/o cáncer en la piel.

Además, el protector solar, aunque es muy importante usarlo cuando vamos a exponernos al sol, también disminuye la producción de vitamina D. hay otros factores que pueden influir en la cantidad de vitamina D que genere nuestro cuerpo, por ejemplo: la estación en la que nos encontremos, la latitud, el momento del día y la pigmentación de la piel.


Situaciones donde se recomienda su suplementación

Existen varios motivos y situaciones en los que se recomienda adquirir la vitamina D a través de suplementos. Un ejemplo muy claro de ello lo podemos encontrar en los adultos mayores que no tienen una exposición regular a la luz solar y tienen problemas con la absorción de la vitamina D, pues sus riñones son menos capaces de convertir la vitamina D a su forma activa.

Otro caso es el de las personas de piel oscura porque tienen menos capacidad de producir vitamina D del sol. También las personas con obesidad porque su grasa corporal se une a un poco de vitamina D y le impide entrar en la sangre. Personas que han tenido cirugía de bypass gástrico, aquellos que tengan osteoporosis, alguna enfermedad renal o hepática crónica, quienes tengan algunos linfomas, un tipo de cáncer.

Corren un mayor riesgo de deficiencia de vitamina D también las personas que toman medicamentos que afectan el metabolismo de la vitamina D, como la colestiramina (fármaco contra el colesterol), medicamentos anticonvulsivos, glucocorticoides, medicamentos antimicóticos y medicamentos contra el VIH/SIDA. En todos estos casos, siempre se puede optar por un complemento multivitamínico o suplementos tanto en pastillas como en líquido.


¿Qué problemas causa la deficiencia de vitamina D?

La deficiencia de vitamina D puede causar la pérdida de densidad ósea, lo cual puede llevarte a sufrir osteoporosis y fracturas (huesos rotos). En los niños, la falta de vitamina D está estrechamente relacionada con una mayor predisposición a sufrir raquitismo. En la fase adulta, la falta de mineralización correcta del hueso por falta de vitamina D conocida como osteomalacia, asociada a una mayor fragilidad de estos.

La falta de vitamina D se ha relacionado con una gran variedad de situaciones como enfermedades autoinmunes, cáncer, enfermedades metabólicas y enfermedades cardiovasculares, sin embargo, las más importantes son las que se relacionan con el sistema musculoesquelético.


Síntomas de la falta de vitamina D en tu cuerpo

La carencia de vitamina D provoca ciertos síntomas a los que podemos prestar atención para saber si debemos aumentar la cantidad de vitamina D que tenemos en nuestro cuerpo. Entre esos síntomas tenemos: dolor muscular, debilidad y dolor en los huesos en las personas de todas las edades.

En cualquier caso, la confirmación de un déficit en los niveles de vitamina D se determina a través de un análisis de sangre, en el cual se miden las concentraciones de calcio y fosfato. Otra opción son las radiografías, ya que en ellas se pueden observar los cambios característicos de los huesos antes de que los síntomas se hagan evidentes.


Toxicidad por vitamina D

La toxicidad por vitamina D, aunque es poco frecuente, se produce cuando se tienen cantidades excesivas de vitamina D en el cuerpo. También llamada hipervitaminosis D es una enfermedad potencialmente grave, suele ser causada por el consumo de grandes dosis de suplementos y no por la exposición al sol o la dieta, pues tu cuerpo regula la cantidad de vitamina D producida por la exposición al sol y los alimentos no contienen grandes cantidades.

Su principal consecuencia es la acumulación de calcio en la sangre (hipercalcemia), que puede causar náuseas y vómitos, debilidad y micción frecuente. La toxicidad de la vitamina D podría avanzar a dolor de huesos y problemas de riñón, como la formación de cálculos de calcio.

Lo más importante es seguir siempre las recomendaciones de nuestro médico o farmacéutico. Si quiere más información puedes contactarnos a través de nuestro correo electrónico info@nersport.com o en el teléfono 673 666 324. Nuestro equipo de especialistas estará encantado de poder brindarte una atención personalizada y ayudarte a resolver cualquier duda.

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